Page 14 - TROMBOCITOPENIA INMUNE PRIMARIA (PTI)
P. 14

 Preguntas frecuentes
 ¿Puedo quedarme embarazada? ¿Qué puede pasarme a mí y a mi bebé?
 ¿Puedo morirme de PTI?
 ¿Qué situaciones me pueden ocurrir en las que tengo que contactar con mi hematólogo
o con un servicio de urgencias?
 ¿Qué pasaría si me infectara por la COVID-19?
 ¿Cuánto tiempo tardaré
en tener controlada la enfermedad? ¿Durante
cuánto tiempo estaré tomando la medicación?
   Las pacientes con PTI que se quedan embarazadas pueden tener una bajada de plaquetas durante el embarazo, poniendo en riesgo la vida del bebé y la suya propia, aunque este es bajo.
Es fundamental, comunicarlo lo antes posible al hematólogo para controlar el embarazo con la colaboración de obstetras, hematólogos, anestesiólogos y pediatras para evitar complicaciones en el bebé y en la madre.
En ocasiones, durante el embarazo se ha de iniciar tratamientos para controlar la PTI y posteriormente, tras el nacimiento, no necesitarlos. Además, el bebé ha de estar controlado durante todo el embarazo y en el periodo perinatal.
La PTI no es una enfermedad hereditaria, pero necesitará de unos controles pediátricos durante los primeros días tras su nacimiento.
Como en todas las enfermedades, siempre hay riesgo de muerte. Por lo general el riesgo de muerte por hemorragia de un paciente con PTI suele ser muy bajo. Se estima que 1 de cada 100 enfermos con PTI pueden fallecer por causas relacionadas tanto por la propia enfermedad como de complicaciones relacionadas a los tratamientos.
• Si se presentan síntomas de sangrado como hematomas, petequias, sangrado nasal o de encías, o menstruación abundante. • Si se tiene programada una cirugía o un proceso quirúrgico odontológico.
• Si se está embarazada.
• Si se está esplenectomizado (extirpación del bazo) y se tiene fiebre.
• Si se tienen fuertes dolores de cabeza, pérdida de visión, dificultad al hablar o pérdida de fuerzas en las extremidades.
Ante un paciente con PTI y con una cifra de plaquetas estable que se infecta por la COVID-19 no se aconsejan cambios en el tratamiento habitual. Puede ser que la PTI empeore tras la infección por la COVID-19, por lo que en caso de fiebre u otra sintomatología relacionada, se aconseja acudir a Urgencias.
Durante el periodo de pandemia por COVID-19 es aconsejable el control de los enfermos con PTI de forma telefónica o telemática para evitar posible contagios.
La respuesta a los tratamientos actuales para la PTI suele ser bastante rápida y depende de los fármacos utilizados. Por ejemplo, los corticoides empiezan a tener efecto entre 5-10 días, las inmunoglobulinas entre 2-5 días y los agonistas del receptor de la trombopoyetina (romiplostim o eltrombopag) entre 12-15 días.
El efecto puede ser continuo o puede perderse, ya que la enfermedad es impredecible. Con algunos fármacos como romiplostim o el trombopag su efecto suele ser duradero mientras se está recibiendo el tratamiento, por eso suelen ser de uso crónico. Solo en algunos casos el médico responsable puede plantear la retirada paulatina de dichos fármacos.
     












































































   12   13   14   15   16